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En un año esta aplicación de audiochat, creada por Paul Davison y Rohan Seth, ha conseguido 10 millones de usuarios. Analizamos sus claves de éxito y cómo las empresas e instituciones pueden potenciar su marca en este nuevo espacio relacional.

Varios clientes ya nos han preguntado qué pueden hacer con Clubhouse y cómo pueden acceder a esta aplicación de audiochat, creada en abril de 2020. Vamos paso a paso a explicar qué es y para qué sirve. Al final, creo que tendrás una idea clara de cómo tu empresa, organización o empresa puede aprovechar este 'hype' tecnológico.

En medio del confinamiento Paul Davison y Rohan Seth crearon esta app de mensajería que apuesta de forma clara por los mensajes sonoros. De momento, Clubhouse tiene 10 millones de usuarios. Y eso, solo es el principio, ya que ahora mismo los usuarios de iOS (Apple) son los únicos que pueden disfrutar de la app, previa invitación.

La idea de Clubhouse es crear y acceder a salas, moderadas por los propios usuarios, en las que la gente habla entre ella y escucha conversaciones, tertulias o lecciones maestras de temáticas muy diferentes.

Actores, músicos y empresarios están entre los usuarios que han dado charlas. En las últimas semanas, Mark Zuckerberg o Elon Musk también han estado hablando en salas con miles de usuarios. La experiencia es ‘aquí y ahora’, en directo y sin poder recuperar la conversación. No queda guardada y la espontaneidad es un valor a destacar.

En España la aplicación empezó a ponerse de moda entre los usuarios que tienen iPhone a principios de año. Periodistas, marketeros, comunicadores, emprendedores y personas vinculadas al mundo de la empresa fueron los primeros en acceder ¡con invitación! a Clubhouse. En unas semanas, la aplicación está ganado en usuarios y hay buenas ideas alrededor de esta nueva forma de comunicar. La estrategia de contenidos de cualquier empresa o institución debe tener en cuenta los siguientes puntos:

1.El futuro de las redes es la conversación

"El futuro de las redes sociales es pura charla", dice la periodista especializada en tecnología de WIRED, Arielle Pardes. Como enumera Pardes, más allá de Clubhouse, Twitter Spaces, Fireside, Stereo, Wavve, Riffr, Spoon y otras aplicaciones sociales de audio (y Facebook, al acecho), completan este círculo virtuoso del audio en la época dorada del podcast y los asistentes virtuales.

En los últimos años hablamos del marketing de voz. El 20% de las búsquedas que realizamos son ya por voz y cada vez estamos más familiariados con los asistentes virtuales con sistemas de voz como Alexa, Siri, Google Assistant, Cortana o Bixby. Los asistentes de Amazon, Apple, Google, Microsoft o Samsung, respectivamente, pueden cambiar la forma en la que consumimos información, servicios y productos.

Las aplicaciones de voz permiten a las marcas tener una omnipresencia y estar siempre disponibles, sin importar dónde se encuentre el cliente. La omnicanalidad en estado puro.

Junto al auge de los asistentes de voz, el mundo sonoro se revoluciona con los contenidos en formato podcast a través de Spotify, iVoox, TuneIn o SoundCloud.

Las aplicaciones de audiochat cierran el círculo sonoro, juntamente con los asistentes virtuales y el ámbito del podcast. En el mundo de la transmisión de conocimiento dominado en los últimos siglos por el contenido textual, la revolución audiovisual ha representado un horizonte potencialmente enorme para las marcas. Los hábitos de consumos están evolucionando. Se estima que los servicios de música, audiolibros y podcasts alcancen los 10.000 millones en ingresos, un 19% más que el año pasado, según datos de la Consumer Technology Association (CTA).

2.Cultura audiovisual pospandemia

Las aplicaciones de ‘audio-sociales’ ganan importancia en esta época de aislamiento social masivo por culpa de la pandemia y en un momento de fatiga del elemento pantalla. Clubhouse asciende en este ecosistema de redes sociales compitiendo directamente con TikTok, Zoom y Twitch. Mientras que en las dos primeras la atención y concentración son máximas por la necesidad de crear contenidos o atender lo que hay en la pantalla, Twitch y, sobre todo, Clubhouse son como la radio de siempre, las tienes encendidas y escuchas; y puedes hablar mientras conduces, lavas los platos o abres la nevera. Clubhouse es una acción complementaria en nuestras vidas, acompaña e interacciona en paralelo.

3.Construir comunidades

La necesaria evolución de las empresas viene determinada por su capacidad de entender que, igual que las marcas (que no las empresas) son propiedad de los consumidores, los medios de comunicación los potencian y los transforman los usuarios: lectores, oyentes, espectadores o, en general, ‘prosumers’, que crean y consumen contenidos. Las estrategias de omnicanalidad ponen a los consumidores y su experiencia en el centro de la estrategia. ¿Por qué iba a ser diferente en Clubhouse?

Ben Thompson en Stratechery afirma que “la diferencia más obvia entre Clubhouse y podcasts es lo mucho más fácil que resulta tanto crear una conversación como escucharla. Este cambio de paso está muy en línea con el cambio de los blogs a Twitter, de la publicación de sitios web a Instagram o de YouTube a TikTok”. Para Thompson el éxito de Clubhouse “está en que centraliza la creación y el consumo en un circuito de retroalimentación. De hecho, los consumidores de conversaciones pueden, al levantar la mano y ser reconocidos por el moderador, convertirse en creadores en cuestión de segundos”.

Fabian Pfortmüller, Nico Luchsinger y Sascha Mombartz son autores del llamado 'Community Canvas', una parrilla relevante para construir comunidades con propósito. ¿Seremos capaces de construir comunidades en el entorno de Clubhouse? Este es un buen reto para las empresas y esta guía un buen inicio en la construcción de entornos de confianza y respeto.

4.Una nueva ventana para los prescriptores

El éxito de esta incipiente red social también tiene que ver con cómo famosos como el músico Drake, los actores Ashton Kutcher y Jared Leto o el mismísimo cofundador de Tesla, Elon Musk o Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, se han unido a diferentes salas de Clubhouse. Cantantes, actores, líderes tecnológicos, empresarios de perfil alto, prescriptores y influencers están empujando con fuerza. No es la imagen por la imagen, es el contenido y el argumento sonoro lo que añade valor. No vale aparentar, hay que compartir y aportar contenido de calidad.

En definitiva, hay que estar en Clubhouse y hay que llevar horas de charla para entender qué podemos hacer. Esta app está en plena evolución y esta semana acaba de presentar Payments, una nueva función de monetización para creadores en Clubhouse. Todos los usuarios podrán enviar y recibir micropagos.

Clubhouse no trabaja con la fórmula de canales que gestionan en segundo plano perfiles personales, sino que son las propias personas las que se convierten en el producto y de ahí, la idea de que podamos dejarles una propina cuando están dentro de una sala de chat, dando su charla, programa o hablando del tema que sea a la audiencia que quiera atenderlos.

Miquel Pellicer, director de Innovación Digital de Interprofit